El sociólogo Robert K. Merton desarrolló en uno de sus libros el término profecía autocumplida afirmando que interiorizar un supuesto falso puede generar nuevos comportamientos que lo conviertan en verdadero mediante el contagio colectivo de conductas. Este año, los vaticinios de muchos economistas que daban por segura una recesión de la economía americana, contra todo pronóstico no se han cumplido. Por nuestra experiencia en los mercados sabemos de la dificultad de predecir una recesión. De hecho, los economistas a lo largo de la historia han previsto más recesiones de las que finalmente se han producido. Esta vez no ha sido diferente, a pesar de que muchos indicadores apuntaban en esa dirección. Quizás los altos niveles de ahorro alcanzados durante la pandemia, la inesperada solidez del mercado laboral y políticas fiscales más expansivas han sido los soportes de la economía y han evitado que los agentes económicos se hayan contagiado de estos malos augurios.
El mercado está descontando para este año un aterrizaje suave de la economía lo que ha llevado a una bajada de las probabilidades de recesión en EEUU. En Europa, por el contrario, las previsiones de crecimiento siguen bastante deprimidas aumentando las probabilidades de recesión. Estamos asistiendo a lo que los economistas han denominado recesión móvil, con algunos sectores ya muy cerca del suelo de beneficios, mientras que otros todavía disfrutan de inercias positivas. Los indicadores adelantados de actividad manufacturera se han mantenido en niveles de recesión durante todo el año mientras que los de servicios han aguantado en zona de expansión. Satisfechas gran parte de nuestras demandas de experiencias postpandemia (viajes, conciertos, ocio…), esperamos una convergencia de estos indicadores que podría venir más por un empeoramiento del sector servicios.
Acabamos el año con ganancias de doble dígito alto en los principales índices bursátiles, aunque el camino no ha estado exento de sobresaltos. Después de superar en el primer semestre las caídas provocadas por los problemas de los bancos regionales americanos y por Credit Suisse, el segundo semestre no ha dejado por ello de ser fácil. La renta fija también se ha beneficiado del cambio de discurso de los Bancos Centrales y, después de alcanzar tipos máximos en octubre, han experimentado una rápida bajada.
Uno de los principales elementos que ha condicionado a los mercados ha sido la actuación de las autoridades monetarias y fiscales. El anuncio del Tesoro americano a principios de verano de su intención de emitir deuda a más largo plazo y los temores de tipos “higher for longer” provocó un gran tensionamiento de las condiciones financieras y llevó a los mercados a tocar mínimos a finales de octubre. El nerviosismo del mercado obligó al Tesoro a revertir esta decisión aumentando las emisiones de deuda a corto plazo. Este cambio de política junto con las declaraciones del presidente la Reserva Federal anunciando el fin del ciclo de subida de tipos y la caída de los datos de inflación marcaron el inicio de la espectacular subida de los mercados.
Confirmada la pausa de los Bancos Centrales, el foco estará en confirmar si las agresivas bajadas de tipos que descuenta el mercado se materializan o no, ya que las declaraciones de las autoridades monetarias parecen indicar que van a ser más moderadas e inclinadas a la segunda parte del año. La desinflación y su velocidad de caída marcarán el momento.
El riesgo asociado al estallido del conflicto en Gaza, que en un primer momento añadió algo de incertidumbre en los mercados, parece estar acotado por el momento, aunque estamos pendientes del aumento la tensión bélica en el Mar Rojo que puede generar nuevas disrupciones en las cadenas de suministro y provocar aumentos puntuales de la inflación. Este año, la política tendrá un papel muy destacado. Países que representan más del 40% del PIB mundial celebrarán elecciones (Taiwán, EEUU, Europa…), lo que puede tener repercusiones importantes en los mercados y provocar un claro aumento de la polarización social tal y como hemos vivido en procesos electorales recientes.
En la parte de renta variable, vemos unos mercados muy cerca de máximos históricos. La subida de los dos últimos meses del año ha sido de tal magnitud que para la primera parte del año esperamos una consolidación de estos niveles o una ligera corrección, sobre todo en los sectores más cíclicos. En espera de que surjan estas oportunidades para aumentar el nivel de riesgo, nos mantenemos cautos y con bajos niveles de exposición. Las perspectivas para la renta fija parecen razonablemente buenas. Prevemos que el proceso de desinflación continúe y que las economías se desaceleren, en particular, la americana. Poello, seguimos con una estrategia de aumentar duración a repuntes de “yield”, principalmente a través de deuda de gobierno tanto europea como americana.
Todos nuestros fondos mixtos han tenido un comportamiento positivo en el año, volviendo a situarse cerca de sus niveles máximos. Loreto Premium Global F.I. ha obtenido una rentabilidad del 8,2% en 2023, Loreto Premium Renta Variable Mixta F.I., un 10,5% y Loreto Premium Renta Fija Mixta F.I. un 7,1%. El fondo Loreto Renta Fija Corto Plazo, F.I. ha obtenido una rentabilidad del 2,4%, desde su lanzamiento en marzo de 2023.
Loreto Premium Global, F.I. (fondo de inversión registrado en la CNMV y con nivel de riesgo 3, en una escala del 1 al 7). En los últimos ejercicios, la clase R del fondo presenta las siguientes rentabilidades anuales: 2019: 4,58%, 2020: 3,28%, 2021: 5,86%, 2022: -7,64%. 2023: 8,22%
Loreto Premium Renta Variable Mixta, F.I. (fondo de inversión registrado en la CNMV y con nivel de riesgo 4, en una escala del 1 al 7). En los últimos ejercicios, la clase R presenta las siguientes rentabilidades anuales: 2019: 8,68%, 2020: 0,08%, 2021: 7,44%, 2022: -8,74%. 2023: 10,53%
Loreto Premium Renta Fija Mixta, F.I. (fondo de inversión registrado en la CNMV y con nivel de riesgo 3, en una escala del 1 al 7). En los últimos ejercicios la clase R presenta las siguientes rentabilidades anuales: 2019: 2,57%, 2020: 0,22%, 2021: 2,60%, 2022: -6,71%. 2023: 7,09%
Fuente: Elaboración propia e Inverco. Rentabilidades pasadas no son indicativas de resultados futuros. Los gastos corrientes ya están incluidos en el cálculo de la rentabilidad. Consulte la documentación legal, las ventajas y los riesgos de los fondos de inversión en www.loretoinversiones.com
Enero 2024
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